

Si sientes que puedes hacer algo por la sostenibilidad entre nuestro bienestar y la del medioambiente, puedes comenzar por apagar las luces que no estés utilizando ni necesites.
El paso más importante para el ahorro energético, es el de tener una vivienda correctamente aislada del exterior, con un buen cálculo de la superficie de las ventanas, tendremos menos pérdidas de calor en invierno y de frío en verano. La lana de fibra de vidrio, hará que la fachada esté mejor aislada del exterior.
Hacer una correcta instalación eléctrica, en la que se haga un correcto estudio de las necesidades de cada estancia según el uso que se le vaya a dar, un error frecuente es dar a las zonas secundarias más lúmenes que a las zonas de trabajo o estudio.
Los leds, chivatos, de los televisores y de los monitores de los ordenadores o de los TDT e incluso de regletas de distribución, al cabo del año nos pueden suponer una diferencia en nuestra factura total de 60€, esas luces cuando tenemos apagados los aparatos, no sirven de nada, tan sólo como indicadores.
Es recomendable el cambio del uso de halógenos, que son muy bonitos, estéticos, y de gran consumo, por el uso de lámparas de bajo consumo. Hace unos meses han sacado al mercado unas luminarias empotrables que pueden sustituir a un halógeno de los empotrados, tan sólo hay que recortar un diámetro mayor en la escayola para ubicarlos al falso techo, la luz que dan es ambiental y su consumo es considerablemente inferior.
Si tenemos termo, podremos instalar un temporizador para que en vez de que esté todo el día calentando el agua, lo haga con el tiempo suficiente para que la caliente a tiempo.
La calefacción se consideraba hasta hace poco, que la más adecuada era la de caldera individual, una por casa y se ha llegado a la conclusión, que realmente el uso individual aporta menos calor, contamina más y eleva el gasto. Si no estamos todo el día en casa y cuando llegamos no queremos encontrarla como un témpano, lo ideal es programarla para que caliente con dos horas de antelación a nuestra llegada.
Cuando usemos la vitrocerámica, en vez de apagar nuestra resistencia en el momento de terminar el guiso, si lo hacemos un par de minutos antes, aprovecharemos toda la energía que éste electrodoméstico nos aporte.
Si no vamos a estar en una estancia de la casa durante un periodo considerable, será interesante, no sólo por el ahorro sino por la seguridad, de apagar los aparatos que no necesitemos.
La plancha, es uno de los electrodomésticos que más consumen, junto al horno, los equipos de aire acondicionado, los radiadores y acumuladores, deberemos de hacer un consumo responsable del que nos beneficiemos todos.
El ahorro de agua, también hace que consumamos menos energía, el menor uso de plásticos tanto en las bolsas como en las botellas de agua, harán que tengamos un consumo más eficiente y equilibrado.
Un pequeño gesto hace que nuestra vida pueda ser mucho mejor.